Te extraño tanto, pero mi orgullo se aferra a la promesa que
te hice de perderme por ti para que seas feliz. Y cada mañana tomo café con la
melancolía de no escuchar tus buenos días, por la tarde me invade la nostalgia
y veo como el sol muere cada día y por las noches llega el frió y la tristeza
canta sus melodías, el insomnio me habla de tus sueños, y cuando llueve repite
nuevamente que te fuiste. Te extraño tanto, que mis días son cortos y mis
noches largas, los colores de mis pinturas se perdieron porque tú eras mi
inspiración, eres mi color… y busco recordarte entre fotos, mensajes y promesas
que un día escribiste y que ahora son mis grandes tesoros. Y me pierdo entre
mis recuerdos y melancolías…
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